jueves, 24 de abril de 2008

Perdomo entrevista Coelho

PAULO COELHO
«Utilicen el verbo osar. Tengan coraje»
Por JL Perdomo Orellana
MÉXICO, DF. Fluye y concluye así esta añeja entrevista, una de las más extensas que ha dado el célebre gran maestro brasileño, el único diálogo de este tipo que ha sostenido con alguien aventado por la marea roja centroamericana. Por falta de espacio, los misterios que rodearon la conversación no serán transmitidos. El Gran Arquitecto del Universo y su hijo Paulo Coelho son grandes. Al final de las demasiadas preguntas, siempre bondadoso, siempre sonriente, Paulo aún tuvo el noble gesto de escribir en la primera página de El Alquimista: «Jose Luis: que el camino sea cumplido con dignidad, fe y esperanza». Una dedicatoria marcada con un humilde lapicero azul, que también vale para los pacientes lectores de esta plática milagrosa. No hubo pierde. No hay error. «Es propicio cruzar las grandes aguas.»

Según Julio Carlos Duarte, “Humberto Eco, Paulo Coelho, el español JJ Benítez y la actriz Shirley Maclaine forman el cuarteto más fantástico del promisorio mercado esotérico”. ¿Se trata de un elogio, de un insulto o de una mezcla insultante y elogiosa?
Es una opinión, aunque el mercado existe, claro, no en función de una cosa en venta. Es una opinión y opiniones de mi trabajo ya escuché las más distintas posibles, desde comparar El alquimista al Principito, a Juan Salvador Gaviota —lo que da mucha alegría, aunque yo creo que es un libro que se titula El alquimista, pero las comparaciones están bien— hasta cosas como que no hay nada en mis libros. Es eso del mercado.

Y yo te decía: claro que existe un mercado, pero no en el sentido de culpa que hablamos, sino porque ahora las personas empiezan a ubicarse más en la idea de la búsqueda espiritual, y la única manera que tenemos en este momento de compartir, la más segura, son los libros. La otra son los gurús, y ésta es peligrosísima. Pero mientras sigamos con los libros, es decir, un contacto no muy directo, casi impersonal, ahí estamos muy bien. En el momento que empezamos con los grandes encuentros, ahí está el camino peligroso de este cambio de conciencia que vemos ahora.

En las páginas de El diario de un mago aparecen unos ejercicios. ¿hay alguno que sirva para curarse el mal de amores o una cruda/goma/resaca/guayabo/ratón”?
No, no hay, eso nos enseña la vida. Los ejercicios que están en El diario de un mago fueron los que me plantearon durante el Camino de Santiago, y los puse porque, como te he dicho antes, no sabía que el libro iba a vender tanto. En ese entonces pensaba que yo iba a dirigir una comunidad más ubicada en estas cosas clásicas; lo que pasó es que el libro traspasó (¿existe en español esta palabra?) mucho del público clásico que consume este tipo de cosas, y ahí están los ejercicios y no los voy a cambiar, no los voy a quitar, no voy a quitar nada. Por ejemplo, hay errores de portugués en la edición original y la crítica muchas veces dice “Hey, ése no sabe escribir” y El alquimista está en la doscientos y pico edición en Brasil y yo dejo los errores allí, porque es la manera de hablar y eso intento yo, hablar muy sencillo, y cometemos errores siempre ue hablamos. La otra cosa es que si el libro marcha tan bien, ¿por qué cambiar? Yo puedo estar oculto en un punto de una letra, que si yo cambio se cambia todo, como dominó. Entonces tampoco cambié El mago, tampoco cambié El alquimista o las cosas que después vi en Brida o en Las walquirias o lo que sea.

Hablando de magos, Breton dijo que, ante su incapacidad para parar la bomba o la guerra, los magos mejor deberían quedarse callados. Usted, no le hizo caso, ¿qué piensa de lo que dijo Breton?
Que no sé si has leído El despertar de los magos, no sé cómo se llame en español, pero es un libro sobre justamente las ideas de las bombas, pues la alquimia ya sabía hace muchos años de la transmutación, que es nada más que la idea de las bombas. Después de la guerra lo que los magos tenían que hacer es hablar todo, porque mientras el conocimiento está con 1, 2, 3, 4, 5, es muy peligroso, pero si está con todo no hay cómo manipular este conocimiento. Cuando todos tienen la información, no se manipula la información. El mundo de los secretos, del “ocultismo”, pues durante muchos siglos se utilizó para manipular a las personas. Toda la información que uno tiene es manipulable. Los más poderosos ministerios son los ministerios de información. La CIA, en Brasil la CNI, en donde sea. Entonces, eso pienso de la opinión de Breton. Es al revés: hay que hablar todo, y entonces cada uno elige lo que mejor le parece.

Ni sus libros vendidos por millones, ni toda su magia junta, ni la de los magos del resto del mundo, han logrado parar el caos mundial o los asesinatos en las calles brasileñas. ¿No es como para llenarse de pesadumbre?
Los asesinatos y otros problemas mundiales son responsabilidad colectiva. No se va a cambiar eso porque un número equis de personas tengan conciencia. Se va a cambiar eso a partir de la ética. Se ve mucho lo que hablan los periódicos, pero no se ve lo que se hace anónimamente. Se ve al Paulo Coelho que vende libros, al famoso; no se ve al que da de comer en las calles de Brasil, no se ve al que está trabajando con los viejos, no se ve al que está trabajando con los desabrigados.

Brasil ha cambiado muchísimo. Veinte años atrás había asesinatos de niños y tú no lo sabías, ahora ya lo sabes, ése es un gran paso. Veinte años atrás había mucha corrupción, ahora ya sabemos que la hay, se habla de corrupción. Entonces se mira a Brasil y se ve con los problemas que emergen. Se ven porque estamos cambiando, no están más ocultos, están en nuestra conciencia día y noche. A donde yo voy hablamos de eso, los periodistas preguntan, entonces yo digo: es tu responsabilidad también. No eres una isla. Estás viendo eso porque se muestra. La primera cosa para curar una herida es aceptarla, eso lo estamos aceptando. Sí: los libros claro que no cambiaron todo, pero a lo mejor nos hacen aceptar, y no estoy diciendo “mi libro”... porque tú lo pusiste como si mi libro se encargaría del cambio y tú hablaste de 3 millones de libros vendidos en Brasil, pero si lo leen cinco personas tenemos 15 millones de lectores, muchos más.
Espero que estos 15 millones de lectores tengan cada vez más responsabilidad, y ahí se cambian las cosas. Quizá lo que tú veas es lo que no se ha cambiado, pero muchas otras cosas sí han cambiado... ¿me comprendes? Ahora la responsabilidad no es sólo de los brasileños, es de los mexicanos, de los celtas y de los hindúes. Vivimos en un mundo en que ahora toda causa tiene su efecto en todo el planeta.

¿Ve cercano o distante el fin de este mundo?
No lo veo ni cercano ni lejos. La visión apocalíptica es la más confortable... Si tú miras el mundo de diez años atrás y el mundo de hoy, ese caos está mucho más arreglado. Diez años atrás teníamos la guerra fría, teníamos problemas entre Israel y Arabia, teníamos problemas de democracia en los países comunistas y patatín patatán. ¿En qué mundo vivimos hoy?

Muchas veces me sorprende que las personas digan: “Pues la literatura mágica vende porque es huir de la verdad, del momento conturbado que vivimos”. No se trata de conturbación. Es adaptación a una nueva realidad, ¿no? Por primera vez se están viendo los conflictos claros, sin secretos.

¿Es imparable la catástrofe ecológica?
Se está manipulando la ecología de una manera muy peligrosa. Las informaciones no son correctas con relación a Brasil. Las informaciones siempre vienen con un mensajero que trae una cosa que no es la verdad. Yo vivo en Brasil y sé cómo es. Yo estuve en la Amazonia y tal y cual. La ecología también es responsabilidad de todos. El problema con la Amazonia, quieras o no, te afecta también, ¿me comprendes? No es un problema exclusivo de Brasil. Hay conciencia y hay toda una postura distinta ahora y no es posible que no se vea que hay un cambio, que usamos papel reciclado, que tenemos observatorios internacionales en la Amazonia, que las ballenas están protegidas, que eso, que aquello. Hay un cambio.

¿Por el hecho de que se ven más las cosas, se cree que están peores? Eso es lo que yo no puedo comprender, ¿me comprendes? Cuando se empieza a ver es porque ya mejoraron, están un poco mejores, porque por lo menos estamos conversando acerca de todo esto, mientras que 20 años atrás se hablaba de que el humo era una señal de progreso, las chimeneas y tal, ¿no?

Uppaluri Gopala Krishnamurti, más conocido como UG, asegura que “Buda se equivocó y equivocó a los demás... Lo mismo puede decirse de Jesús y de todos los salvadores de la especie humana... Son idiotas sagrados que engañan, forjan ilusiones y embaucan a todo el mundo. Son una pandilla que ha prosperado gracias a la estupidez de los demás”. ¿Qué opina de esto?
Él es un tipo muy interesante, es vivo, no tiene nada qué ver con el otro Krishnamurti. Yo lo conocí en Nueva York, es una persona que tuvo una experiencia mística muy fuerte y que no cree en nada, pero viene de su experiencia mística. ¿Qué opino yo? Que no es así, que en verdad...

Primero, habla de “salvadores”. No vamos a hablar de salvadores, que eso no tiene nada qué ver. Vamos a hablar de la conciencia que las personas tienen de su propia responsabilidad con los otros y consigo mismos, de la felicidad, de la idea que debemos tener de ser dignos de nuestros sueños y vivir nuestros sueños. No existe la idea de uno que sabe la verdad, José Luis, eso desde el principio de la entrevista te lo estoy queriendo decir, que en verdad no hay nada oculto que no sea revelado, eso ya lo decía Jesucristo 2 mil años atrás. Que haya personas que nos dejaron mensajes de amor, mensajes de cambios profunda, posibilidades, y que compartieron esas experiencias con nosotros, es lo mejor que hay.

Es muy fácil echar piedras a personas que dieron su vida por nosotros, pero Krishnamurti, aunque sea un tipo muy interesante, si tú comes con él, él es una maravilla de persona, pero es un escéptico que no cree en nada. Él tiene su opinión y yo tengo mi opinión. Yo tengo una admiración muy grande por personas que no son salvadores, pero que hacen cosas por nosotros, como la Madre Teresa de Calcuta, como Jesucristo, como todos los santos que dieron parte de su vida como un ejemplo, ¿no?, como Gandhi, como los que intentaron mejorar a la humanidad. El problema central de la humanidad es el no reconocimiento del acto de amar.
¿Puedo citarle otras palabras de UG?
Continúa con las que quieras.

“La herencia espiritual de la India no está en condiciones de ayudar a su propio pueblo, por lo tanto no está en condiciones de ayudar a nadie y a nadie le importa la India. Así están las cosas y ésta es nuestra ilusión. Que todos estos gurús salidos de la India van a transformar el mundo, es pura imaginación. En realidad, su influencia es cero”. ¿Qué le dice esto?
Nada. Él es de la India, pues que hable de los indios. Sigue, sigue...

“No hay tal cosa como la pura búsqueda del conocimiento o del conocimiento en sí mismo”.
Eso sí es verdad, para ahí, en eso sí estoy de acuerdo. El conocimiento no es algo así. Es el vivir en continua transformación. Y las personas piensan que es un punto al que se va a llegar y van a conocer todo, y no. Como no hay una cosa como el amor, tú no empiezas a amar hasta que no llega un día en que descubres un amor equis. Es el hecho de amar el que te hace conocedor del amor, en eso estoy de acuerdo. Sigue.

“No es algo tan inocente. El conocimiento, ya sea científico o de otro tipo, es buscado porque da poder y el amor es un invento del momento, utilizado para sustituir el poder. Usted ha inventado el amor porque no ha conseguido ser todopoderoso a través de los demás medios y canales. El amor es sólo otro nombre para apostar en el juego del poder. Yo sé, usted no sabe. Yo tengo experiencia religiosa, usted no la tiene. Todo es una presunción de poderío”.
Qué curioso, ¿no? ¡Es una maravilla!

Usted acaba de hablar del amor y la cita inmediata de UG es también acerca del amor...
Sí, sí, qué curioso, muy curioso, pero no tengo nada qué comentar. Es su punto de vista.

“Aquellos líderes que dirijan la vida espiritual de usted no pueden ser honrados respecto a estas cosas porque se ganan la vida con el temor, las especulaciones sobre la vida futura y el misterio de la muerte”.
En eso tiene razón, hasta ahí tiene razón.

“En lo que respecta a ustedes los seguidores, realmente no están interesados en el futuro del hombre. Ustedes sólo están interesados en sus propios mezquinos destinos, ustedes pasan sólo a través de un ritual, hablando horas y horas sobre la humanidad, la compasión y todo lo demás. Ustedes sólo están interesados en sí mismos, de lo contrario no habría ese interés infantil en sus vidas futuras y en su fallecimiento inminente”.
Hay cosas en las que estoy de acuerdo, otras en las que no opino y otras con las que no estoy de acuerdo, como nos suele suceder con todas las personas. Pienso que sí, la idea de la búsqueda individual es la más importante, lo cual no quiere decir que avalo todas las palabras de Krishnamurti. Pero es verdad: podemos resumir toda nuestra vida en un comportamiento mezquino, eso lo podemos hacer con mucha facilidad, podemos tener la sensación de que todo lo que hacemos es ver nuestro interés personal, sí, 2 mil años los pasamos así. Todos nuestros gestos de amor al otro, de caridad, de lo que sea, es algo que nosotros cambiamos, no porque seamos malos, porque eso no es verdad. Tenemos carencias afectivas, estamos intentando arreglar nuestra vida para que el Salvador nos vea mejor, eso es muy fácil. Es muy fácil reducir la vida a polvo. Lo difícil es darle dignidad a la vida, a nuestros hechos, a nuestro caminar. Hablar, hablar, hablar de la pequeñez es seductor, es parte de todo un pensamiento romántico de finales del siglo XIX, cuando los escritores morían de hambre o de tuberculosis y después tenían su obra reconocida.

Como decía Miguel de Unamuno, el sentimiento trágico de la vida es muy seductor, porque vivimos enterrados en una manera completamente equivocada de ver el sacrificio de Jesucristo. Entonces, por nuestra herencia católica, aunque seamos ateos completamente, pensamos que pues la idea del sacrificio es la única cosa digna y noble en la vida. A través de la idea del sacrificio propio, de siempre alejar a los dioses, matarlos, expulsarlos, hacer como siempre hacemos en todas las culturas religiosas, es la cosa más fácil.

Ahora, decir: no hay pecado en ser feliz, no hay culpa en amar y disfrutar... Cristo, la primera cosa que hizo, el primer milagro, y lo ha de haber pensado muchísimo porque era el hijo de Dios, y ahora yo hablo con vehemencia también... Pero pensó qué voy a hacer de primero, ¿curo a un ciego, hago que un paralítico camine? Pensó muchísimo, razonó muchísimo. Su primer milagro fue cambiar el agua en vino, ¿no?, y no al revés. No cambió el vino en agua, para que siguiéramos teniendo una cosa muy sacrificante, ¿me comprendes?, para decir: escucha, yo estoy con vosotros. Mira mis enseñanzas, ¿adónde se pasaron mis enseñanzas? 99 punto 99 por ciento sucedieron en una mesa, comiendo, el momento más sagrado del catolicismo pasa en una mesa, no pasa en un templo, en un monte de revelación. Y las otras enseñanzas, caminando, viajando, disfrutando del hecho de vivir, ¿me comprende? Jesucristo fue alguien que dignificó lo cotidiano. Y a través de rituales normales no nos dejó cosas muy difíciles. Dijo: viva, pero viva el hoy con el hoy, ponga el sentido sagrado en el hoy...
Hablábamos de ecología, y hace dos días estaba yo hablando con una señora muy interesante de aquí, que se llama Margot, hablábamos de la ecología profunda, que, por ejemplo, la ecología tradicional dice: pues ahorremos el agua, porque nos va a faltar. Entonces, es un sacrificio, porque tenemos, sed pero no la vamos a beber porque tenemos que ahorrarla. Sin embargo, la ecología profunda dice: el agua es sagrada, respétala, ámala, bébela con el sentido de lo sagrado, con el sentido de lo mágico. No hay sacrificio, no nos privamos de nada, sino que bebemos solamente lo suficiente, nos duchamos lo suficiente, porque tenemos otra visión del agua, ¿me comprende?

Volviendo al señor Krishnamurti, quien es una persona muy interesante, se echa piedras a sí mismo, ¿no? Y que se cubra de piedras, pero que respete el trabajo de una madre devota, al anónimo que está en la Candelaria para asistir a los niños de las calles de Brasil, del área rural de Cali, de México también. Que respete este trabajo de las personas que, aunque no sean conocidas, tienen amor para dar... y hay personas que necesitan de ese amor para vivir.

Dos citas más y nos vamos.
Perfecto. ¿De este mismo señor?

Sí, ya para irnos... “¿Por qué preocuparse de Buda o de Cristo? ¡Están muertos! Ustedes tendrían que tirarlos al río, pero no hacen nada, ustedes continúan escuchando a alguien, poco importa a quién, y siguen esperando que de una u otra forma, hoy o el día de mañana, a fuerza de escuchar conseguirán salir del lío en el que están metidos. Ustedes escucharon a sus padres y a sus profesores, éstos les dijeron que debían ser prudentes y responsables, pero no ha servido de nada. Ustedes se pusieron a practicar yoga y alguien más les dijo que debían permanecer atentos y conscientes, tal vez ya descubrieron a alguien del negocio sagrado que hace milagros o saca del vacío alguna baratija y se volvieron locos con esa proeza. Nadie puede ayudarlos a ustedes. La iluminación es algo que no puede ser captado ni conservado. No sé si ustedes se den cuenta de la impotencia absoluta en que se encuentran. Si alguien cree que puede ayudarlos no hará otra cosa que extraviarlos aún más. Los iluminados son tramposos que aumentarán la miseria de cada uno de ustedes”.
La respuesta es: hay momentos en que está en lo cierto y hay momentos en que está errado.

“Nadie va a salvarse. Hemos puesto en movimiento fuerzas irreversibles, hemos polucionado el cielo, las aguas, todo. Las leyes de la naturaleza no conocen el premio, sólo el castigo. Todo el problema empezó cuando el hombre decidió que el universo entero había sido creado para su exclusivo goce. Ahora tenemos enfrente la destrucción completa y total de nosotros mismos y del mundo. Nuestros sentimientos hacia el prójimo son idénticos a los que tuvieron los asustados hombres de las cavernas por el suyo”.
Equivocado. La próxima. Pero, hombre, lo que estoy condenando es echar piedras sobre el trabajo de otro. Tú me estás haciendo crítico de Krishnamurti. Porque si tú me hablas de tu opinión de las cosas, me siento mucho más a gusto de decir lo que pienso, pero si tú me citas a otro, me dejas en una situación muy particular, ¿me comprendes? “Que Paulo Coelho dijo tal de Krishnamurti”.

Primero, no tengo ninguna intención de contestar o no a Krishnamurti. Yo lo conozco personalmente, es una persona muy curiosa por un lado, muy mágica. Yo lo conocí en un documental de un amigo mío que se llama Steve, y pues lo hizo sobre él, sobre un indio, sobre una mujer que había visto a la Virgen en San Francisco, California... Cuando uno conoce a Krishnamurti ve que tiene una visión alucinada de las cosas y que las personas las compran porque es una persona de dentro hablando de lo que está adentro, ¿no?
Entonces es muy fácil contestar, pero es que no tiene nada qué ver. Yo preferiría, José Luis, que si tú tienes preguntas para hacerme... Es que la manera en que... A mí me parece que tú estás de acuerdo con lo que él dice o no lo citarías tanto, ¿no? Entonces, mejor que sea tu opinión y yo te contesto, ¿me comprendes? Yo te enfrento, porque tú estás aquí sentado de la mejor manera alrededor de una mesa, pero a Krishnamurti no le puedo contestar. ¿Quieres empezar eso y esta parte con preguntas tuyas y no con Krishnamurti o vale eso que hablamos aquí?

Se trataba de contrastar sus ideas con las de él, pues yo no sé nada de iniciados ni de iluminaciones.
Yo tampoco. Quizá Krishnamurti. Yo tampoco. Yo conozco muy bien el camino de las personas comunes, el camino tuyo, mío. Quizá Krishnamurti sea un iluminado, yo no lo soy.
Hablando de personas comunes, Paulo, hace un año se nos murió un amigo de cáncer. ¿En dónde está él en este instante?
Tú tienes la misma capacidad que yo tengo de percibir. Es una cuestión de canalizar, es una cuestión de abrirse a la experiencia. Hay un camino a cumplirse. Muerte es mejorar. Yo ya vi las cosas y siempre estamos bien, ¿me comprendes?

¿Qué significados tienen el anillo de plata que porta, la tela roja, el tatuaje en la mano?
La plata te saca mucho el nerviosismo, si tú estás muy tenso la plata te chupa la tensión. El anillo pertenece a la tradición de la serpiente, es un anillo vikingo original, que cuando yo terminé una tradición muy antigua, antes de empezar una nueva lo recibí. ¿Qué más? ¡Ah, el tatuaje! Es el símbolo de la alquimia.

¿Es una mariposa?
Es una mariposa, que es un gran símbolo de nuestra transformación. Es decir, salimos de una forma para una forma totalmente distinta y seguimos siendo nosotros mismos. Eso está muy cerquita de la experiencia de la muerte. La mariposa no es la crisálida pero lo es, aunque tenga posibilidades totalmente distintas, formas distintas, sigue siendo la misma. Ésas son las transformaciones alquímicas del hombre. Y la tela es una cosa típica brasileña. Yo amo a mi país, yo amo las tradiciones de mi país, y todos los días de San Sebastián, que es el 20 de enero, hay unas cosas como éstas, te las pones y les das tres nudos y esperas a que se caiga con el tiempo. Mientras está aquí, tú sigues fijo en tu sueño, hasta que cuando se cae es la persistencia que te llevó hasta tu sueño.

¿Va a votar en las próximas elecciones de su país?
Sí, por Lula. Allí se ve la gran revolución. En él se ve el cambio a la ética mágica junto con la ética social. Tiene toda una postura revolucionaria, intrínseca, mucho más revolucionaria que la revolución armada, la revolución interior que admite cambios interiores y exteriores que tienen que ser procesados al mismo tiempo.

Aunque suene grosero, Paulo, ¿quiere agregar algo?
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Agregar, añadir.
No, creo que no. ¡Ah, sí quiero! Utilicen el verbo osar. Tengan coraje, no se dejen llevar por el prejuicio o por la idea de que están en un plan mágico-espiritual y por ello son unos tontos y están siendo engañados o están engañando a alguien. Que ese concepto no te paralice. Estamos en una nueva revolución. Sigamos adelante. Es todo lo que quiero agregar. Y tú: ¿quieres agregar algo, José Luis?

Eso es todo, Paulo. Muy amable, muchísimas gracias por su infinita paciencia.